En un sueño nos vi.
En un sueño nos vi, amiga.
Habías regresado de la distancia
Caminávamos en la franja de Neptuno
Solos tú y yo.
Apolo eterno nos fulminaba de gozo,
Y nuestras manos se cruzaban
En un sueño vi que eras tú
la que paseaba conmigo a la vera del mar.
Vi que la brisa soplaba tu cabellera,
y aquel perfume me envorvia
Vi como la luz del ardiente resplandor
moldeaba las sombras de tu rostro:
la del mentón, los pómulos,
Los parpados, la frente,
Las lágrimas que resbalavan por tu mejilla
Por que ya no eras la misma.
No.
Volvió tu cuerpo pero no la mujer que ame
Nuestras manos estaban unidas pero no se fundian
Regresaste para volver a perdelte
Camino con un fantasma.
Retornó a esta tierra un cuerpo vacío. Solo
lleno de penas.
Penas que se clavan, unas penas que se hunden
¿Qué te ocurrió?
Sin embargo mis ojos se muestran renuentes a
mirarte.
Miran hacia el final de la playa. Miran hacía la
arena.
Veo el viento juguetear con las nubes
una fantasía, El final
del sueño.
Ya no reparo en si eres la que ame
Solo quier amarte yo
¡Amante ingrato!
Nuestras sombras en la arena. Y tetis solloza mi
escotoma.
Las tormentosas nubes que soplan la ventisca
salubre hacia nosotros.
El vertiginoso romance iluso que nos cubre,
Que miente.
Tú aun caminas muerta.
Tus ojos ya no habitan la mirada.
Ahora solo queda ausencia y unas cuencas vacías.
Eso y un mar más salado que el océano que nos
subyace.
Antiguo amor que debajo del mismo sol, hervía en
la arena.
Caricias soleadas, besos salados en la espuma,
Miradas llameantes sumergidas en promesas.
Remembranzas etéreas. Migajas del pasado.
No quiero perderte… a pesar que ya tiempo atrás
hace que te perdí.
Pero en un sueño nos vi.
Nos vi justos y separados.
Tú ya no eras ella. Esa que se fue. Repleta de
amor y esperanza.
Eras otra cosa. Estabas vacía.
Pero ¿Qué
te ocurrió?
Yo sé que ocurrió.
…te deje ir.
Te deje ir lejos. Y lo lamento.
Tan lejos que llore inalcanzable.
¿Se terminó la esperanza? Ya no la hay.
Te fuiste amada y vivida
Éramos uno y ahora soy solo yo
Ahora todo es invisible.
La mueca de mi rostro lo demostraba para mis
adentros.
Una sonrisa egoísta que solo se conformaba con
tenerte a mi lado.
Una felicidad que hacia caso omiso de lo huecas
que estaban las cavernas de mi corazón.
En un sueño nos vi caminando a la vera del mar.
En un sueño nos vi…
Vi una lágrima resbalar … en mi mejilla.
Por Jonah Loplu.
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